En el espacio, Diálogos CINEP/PPP, se presentaron los informes Matar a líderes sociales para el control territorial. Las consecuencias inesperadas de la paz, dirigido por el profesor Fernando Vargas, de la Universidad del Rosario y el informe ¿Cuáles son los patrones? Asesinatos de líderes sociales en el Post Acuerdo, construido por una plataforma de organizaciones sociales defensoras de derechos humanos cuya exposición estuvo a cargo de Diana Sánchez del programa somos Defensores, una de las organizaciones parte del informe. De acuerdo a la presentación del profesor Vargas, la motivación para construir el informe Matar a líderes sociales para el control territorial.
Las consecuencias inesperadas de la paz, surge del hecho evidente de que este, es un modelo sistemático, es un fenómeno que tiene causas políticas evidentes, pero a pesar de ello es un fenómeno hasta ahora poco estudiado de manera rigurosa. De acuerdo a la investigación, las agresiones contra líderes se incrementan desde el primer semestre del año 2015 y luego de la declaración de cese al fuego permanente unilateral declarado por las FARC-EP el 20 de diciembre de 2014 en medio de los diálogos de paz. Sin embargo, la administración Santos no escucho y evadió su responsabilidad al punto de justificar los crímenes bajo la hipótesis que los asesinatos contra líderes en el país, son líos de faldas. Diana Sánchez del programa Somos Defensores, expuso que el informe Matar a líderes sociales para el control territorial.
Las consecuencias inesperadas de la paz, el cual considera, surge en un momento definitivo en el que los ojos del país y la comunidad internacional están puestos en las garantías de protección para los líderes sociales. De acuerdo al cruce de datos entre las organizaciones parte del informe, se evidencia que entre el primero de enero del año 2016 y julio del 2018, se presentaron 343 casos de asesinatos de líderes sociales. Entre estas cifras existen 7 casos de asesinatos donde se encuentra seriamente comprometida la fuerza pública y que podrían constituir ejecuciones extrajudiciales. A los líderes, lideresas, defensores y defensoras de derechos humanos de Colombia, los están asesinando en sus territorios, en sus localidades, veredas, corregimientos, barrios, casas, en el sitio que sea, porque están luchando por los derechos cotidianos.